MI VIDA POR HUNGRIA
Desde que era pequeña, tengo un recuerdo vívido de una postal del imponente Parlamento de Budapest. Su belleza me dejó fascinada, y pronto me encontré preguntándole a mi hermano: “¿Dónde se encuentra ese lugar tan hermoso?”. Él, con una sonrisa, respondió: “Budapest”. En ese instante, mi mente comenzó a llenarse de preguntas sobre esta ciudad que me parecía tan atractiva y, a la vez, tan distante.
Años después, mientras planificaba un Eurotrip con uno de mis hermanos, una de las paradas ineludibles fue Hungría. Este país, a pesar de su pasado aguerrido y desafiado, sigue deslumbrando con su rica historia y belleza arquitectónica, que hablan de épocas de invasiones otomanas, del esplendor del Imperio Austro-Húngaro y del sombrío período comunista.
Durante nuestra estadía, decidimos alojarnos en la zona de Buda. Sin embargo, hoy, con una perspectiva más amplia de la ciudad, recomendaría optar por el lado de Pest, donde hay una oferta abundante de actividades, restaurantes y lugares de interés. Es importante tener en cuenta que Budapest es extensa, por lo que un mínimo de dos días es el tiempo ideal para explorarla adecuadamente.
En cuanto a la gastronomía, visitamos el famoso Café NY. Sin duda, es un lugar que vale la pena experimentar, no solo por su magnífica arquitectura, sino también por su exquisita oferta culinaria. Aunque la comida es un poco cara, la experiencia lo justifica. Sin embargo, me gustaría mencionar que el encanto de un café clásico, donde uno puede pasar horas disfrutando de la atmósfera, parece haberse perdido; los camareros están tan ocupados frenando la afluencia de nuevos clientes que la atención se siente algo apresurada, casi como en una cadena de comida rápida.
En cuanto a la comida típica, inicialmente no nos atraía mucho. La presentación de los platos a menudo era desbordante y poco apetitosa a la vista. Sin embargo, viviendo en Budapest hoy, puedo afirmar que la gastronomía local es verdaderamente deliciosa. Definitivamente les aconsejo explorar restaurantes que se dirigen a los lugareños en lugar de a turistas; hay joyas gastronómicas escondidas, especialmente en las cercanías del Parlamento que realmente merecen ser descubiertas.
A medida que navego por esta nueva vida en Budapest, busco trabajo y me sumerjo en la cultura local, no puedo evitar recordar cómo este viaje, que comenzó como un destino turístico convencional, se transformó en el escenario donde conocí al amor de mi vida, quien trabaja en el Parlamento. Quédense conmigo en este viaje, mientras comparto mis experiencias y descubrimientos en esta maravillosa ciudad.